domingo, 6 de octubre de 2013

"No hay nada más poderoso que la mente, y quien domina la mente lo domina todo"

Puedes ver una hoja, o cerrar tus ojos, recitar el Mantra de Kalimán "No hay nada más poderoso que la mente, y quien domina la mente lo domina todo" y convencerte de esta parte de mi vida que te cuento.

"No hay nada más poderoso que la mente,

y quien domina la mente lo domina todo"


Cuando era muy pequeño solía escuchar las radionovelas de Kalimán el Hombre Increíble, y esta frase quedó grabada en mi como la marca en las reses, siempre trataba de hacer las cosas de las que hablaba Kalimán y hasta trataba de imitar la poderosa voz de este héroe de Latinoamérica, que retumbaba en mi cabeza como truenos en septiembre.

Siempre traté por auto convencimiento, de externar el poder oculto dentro de mi haciendo constantes sesiones de meditación profunda como él enseñaba a su inseparable pequeño Solín, "La mente positiva, lo puede todo Pequeño Solín" le decía cuando sentía que el pequeño perdía sus esperanzas, eso siempre me animaba y me sentía como si fuese a mi a quien le hablaba.

Acostumbra yo a subir a la azotea de mi casa en Villa Juana, en la que construí mi propia fortaleza, que solía pasar muchas tardes y noches, hecha de partes desechadas que conseguía en la chatarrería de mi Padre, muchas veces me encontré en el límite de un castigo por subir cosas demasiadas pesadas a ese lugar de una casa con techo tan alto que solo lo puedo comparar con la altura de las casas de dos pisos de hoy.

En esas noches intensas de soledad extrema que subía para admirar las estrellas durante los cielos limpios de diciembre, casi podía tocarlas con mis dedos, cerraba los ojos, me llevaba los dedos índices a las sienes y como si de un Mantra se trataba comenzaba a recitar; "No hay nada más poderoso que la mente, y quien domina la mente, lo domina todo", entonces luego de repetirlo varias veces abría mis ojos hacia el firmamento, y tomando con mi dedo índice izquierdo, le ordenaba a la estrella más brillante; "¡En nombre del poder de mi mente, te pido que te muevas!", esto lo hacía cada noche, (cuando podía).

Una noche, comencé a recitar mi Mantra para invocar la poderosa mente de Kalimán en la mía, esa noche sentía una extraña ansiedad y hormigueos por todo mi cuerpo, me acosté boca arriba como de costumbre y con mi dedo índice izquierdo le ordené a la estrella que se moviera... Lo repetí en varias ocasiones, cada vez con más intensidad y completamente convencido que lo lograría, en ese preciso momento llegó a mi esa frase que tanto me gustaba; "La mente positiva, lo puede todo", "La mente positiva, lo puede todo", "La mente positiva, lo puede todo"... 

Luego de unos minutos, extenuado por tanto esfuerzo mental, miré de nuevo fijamente la estrella, volví a ordenarle; ¡muévete!, sentí como la estrella comenzaba a moverse, la seguía con mi dedo hasta que se perdió en el firmamento, estaba tan concentrado que me sentía como si estuviera en una dimensión paralela, miré todo mi alrededor, y al fijarme que estaba completamente solo, que no se escuchaba siquiera un ladrido, o el sonido del viento moviendo las hojas de los árboles, sucumbí al miedo y me aterroricé.

Solo me decía; ¡He movido una estrella con mi mente!, esto no puede ser, no puede ser!!!!

Esa noche la pasé, completamente despierto, recostado en la esquina donde se unían las paredes de mi habitación, no pude cerrar los ojos más, no me quedé dormido, comencé a escuchar los llamados de los Gallos de Danilo, los ladridos de mi perro Duke y los trastes en la cocina de mi Mamá que comenzaba su jornada hogareña, no me paré de la cama esa mañana temprano, solo pensaba profundamente lo que había hecho esa noche anterior.

Cuando pude reaccionar, fui al baño corriendo, me dí un baño, me vestí con mi uniforme, caminé hacia la escuela, no podía dejar de mirar hacia el cielo, no podía dejar de pensar en esa frase, "La mente positiva lo puede todo"


Luego ya en la escuela y sin poder concentrarme, me quedé dormido en plena clase, aunque escuchaba el jolgorio de mis compañeros y la Maestra diciendo mi nombre, me sentía que estaba en otro lugar, otro mundo, entonces ¡Ah! ya sé lo que sucedió...!!! Por supuesto que era un avión me dije, entonces comencé a relajarme, llegué a casa y luego del almuerzo, tomé todas las enciclopedias Quillet del librero de la sala y me los llevé a la habitación, tenía que encontrar una respuesta lógica que disipara mi preocupación.


Pero como amante de la aviación desde que comencé a caminar, entonces vino lo peor que podría esperar, recordé que los aviones tienen dos centellas una en cada ala, por lo que no tendría sentido ver una luz fija moverse en el cielo como esa estrella que moví con mi mente. Decidí que no tenía sentido seguir peleando conmigo mismo y ¡me convencí de lo que había hecho!, solo quedaba lo más lógico para completar mi teoría, probar de nuevo, esa misma noche, llamé a Alexis uno de mis mejores amigos que vivía en el Patio de al lado, para que me acompañara, y para tener un testigo.

Subimos a la azotea, luego de terminar la cena, nos recostamos con la mirada al cielo, le enseñé como recitar el poderoso Mantra e invocar el poder la mente, entonces comenzamos la meditación juntos y levantamos el dedo índice izquierdo, hacia la estrella mas brillante y le ordenamos en voz alta ¡Muévete!, a la quinta vez, vimos con gran asombro, como se movía la estrella!!! Mi amigo se levantó del piso rápidamente y corrió despavorido hacia las escalinatas, de solo dos saltos bajó mientras yo lo obsevaba, no respondía mi llamado y continuó corriendo hacia su casa.

Yo estaba completamente exaltado, por mucho, mucho tiempo, jamás conté a nadie lo que había sucedido, pero estaba convencido de que esa frase era cierta. Luego años más adelante siendo ya un mozalbete un poco más crítico y menos fantasioso, mientras hacía una tarea de Ciencias Naturales en la biblioteca, me encontré con un trozo de periódico que coincidía con la fecha del hecho en cuestión, allí hablaba sobre la Estación Satélite Skylab que cayó del espacio por desperfecto, recuerdo en esa época, la histería colectiva y la gente con máscaras de soldadura mirando al cielo tratando de ver el satélite, entonces supuse que era más lógico que yo haya sido testigo de ese hecho a que haya podido mover una estrella con mi mente.

Crecí con la constante influencia de mis lecturas continuas sobre historia, leyendas y mitología las cuales amo, cuando no estaba aprendiendo sobre arte o fotografía en las Bibliotecas, en mi corazón y mente estaba totalmente convencido que "La mente positiva, lo puede todo"

Hoy, más que nunca puedo aseverar que esta frase es mas cierta que nunca; "La mente positiva, lo puede todo".