Había estado desde hace mucho ponderando la posibilidad de asistir por nueva vez al Show de Fotografía más grande de New York, el dinero no estaba, la fecha cada día se acercaba más y más, entonces sabiamente (cosa rara en mi), decidí no asistir, porque me encontré que todo estaba en contra de ese viaje, aún teniendo prácticamente un compromiso personal, y la posibilidad de presentar mi Portafolios a los más reconocidos y mejores fotógrafos de esa urbe, pero opté por hacerle caso a la razón (vuelvo y digo; cosa rara en mi) y no asistir este año.
Resultó que para mi sorpresa, recibí un correo de los organizadores del evento comunicándome que; dada mi asistencia del año pasado, y el haber obtenido un lugar ganador con una de mis fotografías en un concurso de uno de los patrocinadores, estos me concedían la oportunidad de llevar mi trabajo fotográfico para el "Portfolio Review" completamente gratuito, lo que es una gran oportunidad para expandir el conocimiento y recibir alguna clase certificación o valoración de mis fotos.
También sucedió que pude obtener el dinero para el pasaje aéreo y algo para los gastos, todo comenzó a cuajar de una manera muy satisfactoria y cada pieza se fue integrando para darle forma a un sueño.
Recibir y contar con el apoyo de mi esposa e incluso escuchar "Debes hacerlo" me dió un impulso que no esperaba, y el ánimo que ya había dado por perdido, hasta ese momento y llegado el día de mi viaje, el vuelo no pudo ser mejor y todo pintaba increíblemente bien, todo fue excepcional!
Llegué a NY y al día siguiente me encontré con unos verdaderos amigos que me he hecho en esta ciudad, ellos viven la fotografía con la misma pasión que yo, (tal vez con un poco más).
Nada habría de prepararme para todo lo que vendría a partir de ese momento...
Cuando fui a solicitar mi Gafete para poder entrar a la exhibición, me percaté que no llevé la confirmación que me habían enviado por correo y tuve que hace fila para que me buscaran en el sistema, este fue el primer aviso. Luego de recorrer el Show y mientras mi amigo y yo almorzábamos unos sabrosos hot-dogs en pan de Pretzel, me hice una herida en la mejilla interior de la boca (no sabía que ese pan tan rico pudiera hacer eso, creo que fue el segundo aviso.
Un par de horas luego de esto, comenzaron a manifestarse los eventos que se han convertido en algo digno de estar en un libro...
A las 4:45 de la tarde aproximadamente del viernes 25 de octubre en un breve momento de descuido, en un lugar repleto de gente y casi frente a mis ojos y mis amigos que estaban allí, alguien tomó mi cámara y se la llevó (osea, la sustrajo, se la robó o Ud. prefiera). No pasó más de un minuto cuando me di cuenta de esto, todo comenzó a darme vueltas, perdí totalmente la noción del espacio y el tiempo, no supe que hacer, adónde ir, que decir y apenas podía sostenerme en pié.
A pesar de que el empleado de la tienda donde sucedió, vió al sujeto, me lo describió, salió al mismo tiempo que yo, para tratar de localizarlo fue algo que no dió resultado, me sentía completamente abrumado, sin sentido, ánimo ni nada, mis amigos trataron de animarme sin lograrlo (les estoy infinitamente agradecido a tod@s), luego me contaron que caminaba junto a ellos por Manhattan como un zombi, "supongo que aún no me creía lo que me había sucedido".
Luego asumí que lo había pasado pudo haber sido mucho peor y liberé mi mente de esa pesada carga y de la culpa que sentía por el descuido, (lo gracioso es que horas antes le comenté a mi amigo; no sueltes tu cámara, póntela en el cuello), entonces allí fue cuando comencé a despertar y a disfrutar de la compañía de mis amigos, aún sin la cámara.
Cuando nos despedimos, fuí a la casa de la prima de mi esposa en New Jersey, llegué y enseguida al ver su rostro sabía que algo estaba sucediendo, me dijo; Richard llama a Yadira pasó algo en tu casa, mi corazón comenzó a rebotar en mi pecho como balón en una cancha, cuando llamé y escuché el llanto de mi esposa fue algo devastador, le pedí que se calmara y me dijera, entonces me dió una noticia que me dejó por un momento sin habla, !Richard nuestro carro se quemó! Sin siquiera pensarlo le pregunté, ¿pero los muchachos están bien y tú? me dijo que si que un mecánico (supuesto mecánico) estaba arreglando algo y el carro se incendió, quedó completamente inservible, con una voz tranquila y en paz, le dije; ¿solo fué eso? ¿No te pasó nada a ti ni a los niños? ¿No se quemó nadie?, todos estamos bien!
Entonces le dije, pues no te preocupes por eso entonces que gracias a Dios no pasó nada que lamentar, y a seguidas le conté lo que me pasó con la cámara, le dije que las cosas hay que dejarlas ir, para que vengan otras mejores, así se tranquilizó.
Como si no fuera suficiente con lo que sucedió ese viernes el sábado siguiente, quizás por estar todavía impactado y aletargado de lo que había pasado antes, perdí mis dos celulares con todos mis contactos en el Metro de NY, luego mi hijo mayor por poco se fractura el tobillo jugando basketball (no me enteré hasta mi regreso).
Ese sábado por estar todo el día con la policía esperando y llenando los reportes del robo, no pude asistir al "Porfolio Review" y perdí esa oportunidad, no pude terminar de ver la Exhibición y me perdí de varios eventos en vivo. Como quedé completamente incomunicado tampoco pude reunirme con unos amigos que me iban a presentar con otras personas del medio en NY, pero a pesar de eso yo me sentía bien, solo me preocupaba que mi esposa y mis hijos estuvieran bien.
De regreso a Santo Domingo, el lunes 4 de noviembre y sintiendo como si se tratase de un mal sueño, pensé en dejar todo eso atrás y le dije a mi esposa, e incluso lo escribí, "Esto es como una Exfoliación Espiritual, una limpieza del Alma" porque mejores cosas sé que vendrán. Estábamos bien, me acosté a descansar de el largo viaje de la madrugada y cuando me despierto, me dice mi esposa; Richard a Papi lo llevaron a emergencias con un terrible dolor de estómago, le respondí, ya me parecía extraño que llegué y lo encontré acostado en su cama, al rato una hora y algo almorzamos y luego me dijo; Richard a Papi lo transfirieron a Cuidados Intensivos sollozando porque no entendía nada, yo tampoco lograba comprender, la abracé y le dije, todo estará bien...
Salí de la casa a hacer unas diligencias y a las 3 de la tarde aproximadamente recibí en casa de un amigo, la llamada de mi esposa, llorando incontrolablemente ¡Ay Richard se murió Papi!, solté el teléfono y salí despavorido sin rumbo fijo, con lágrimas en mis ojos, solo pensaba en que yo debía estar con ella, no entendía como era posible esa terrible noticia!!!!! Me volví loco por un momento, mis amigos me sentaron y me dijeron, esperate, esperate, nosotros te llevaremos a la clínica!!!
No pude contenerme y me rajé en llanto mientras íbamos de camino, no solo por él, sino porque no creía que ella pudiera soportar esto tan inmenso sobre sus delicados hombros. Yo tenía que estar allí, sobre todas las cosas, me calmé porque sabía que debía ser la fuerza que ella necesitaba para poder soportar esto, no estaba creyendo que tantas cosas que nos sucedieron antes, culminarían en eso, luego nos tranquilizamos y comprendimos que todo lo anterior solo nos preparaba para algo más grande.
Debo decir que estuvimos en Paz y aún hoy lo estamos, porque no existe barrera que no podamos vencer si estamos juntos, no hay nada que rompa esta tranquilidad que se respira en mi familia, porque sabemos que todo en la vida tiene un propósito y una extraña forma de hacernos ver las cosas, para pode superarlas y seguir adelante, a nosotros simplemente nos tocaron "Una Serie de Eventos Desafortunados".
Estoy muy agradecido de todos mis amigos en NY, aquí en RD, y por supuesto de toda mi familia, que nos dió apoyo y no nos dejaron solos.
Pero sobre todo, estoy orgulloso de mi hijo mayor Heric, que supo enfrentar como hombre las situaciones que nos sucedieron aún siendo un niño.
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